#10749 - Ella no quería terminar la relación y le había prometido masturbarlo y prodigarle sexo oral hasta que se viniera en su boca e incluso tragarse el semen, con la condición de conservar intacta su virginidad. Sin ánimo de parecer pretensiosa, debo decir que poseía un par de bien torneadas piernas, así que cada vez que podía, doblaba la pretina de mi falda varias veces sobre sí misma para reducir así la longitud de la prenda y convertirla automáticamente en una minifalda, pretextando calor bajaba las largas calcetas hasta los tobillos, y entonces me dedicaba a disfrutar el efecto magnético que mis piernas ejercían en las miradas masculinas. Elogié su atuendo, tratando de evitar ser muy obvia en la fascinación que su belleza y hermosura ejercía sobre mí.